En la actualidad, muchos restaurantes y bares se enfrentan a la decisión de ofrecer delivery propio o utilizar plataformas externas de pedidos. Cada opción tiene sus ventajas y desafíos, y la elección correcta depende de factores como el tamaño del negocio, los recursos disponibles y los objetivos comerciales. Mientras que las apps externas permiten llegar a una base de clientes más amplia rápidamente, el delivery propio ofrece un control total sobre la experiencia del cliente y las operaciones.

Utilizar apps externas de delivery suele ser una solución rápida y efectiva para aumentar las ventas, especialmente si tu negocio aún no tiene presencia digital consolidada. Estas plataformas cuentan con un gran número de usuarios activos que buscan constantemente opciones de comida, lo que puede traducirse en un flujo constante de pedidos sin necesidad de invertir en marketing adicional. Sin embargo, el costo por comisión puede ser elevado, y el control sobre la relación con el cliente se reduce, ya que la app maneja la comunicación y el pago.

Por otro lado, implementar un sistema de delivery propio brinda múltiples beneficios a largo plazo. Permite fidelizar a los clientes mediante programas exclusivos, ofertas personalizadas y comunicación directa, además de mantener todas las ganancias dentro del negocio sin comisiones externas. Si bien requiere inversión inicial en tecnología, logística y promoción, el delivery propio fortalece la marca y ofrece mayor autonomía. Evaluar cuidadosamente los costos, la capacidad operativa y las metas del negocio es clave para decidir cuál opción es más rentable y sostenible a futuro.